Benjamin Black (John Banville) recomienda libros para soñar durante todo el día
El autor irlandés presenta 'Los ahogados', la última entrega de los casos de Quirke y Strafford.

Lo que debía haber sido un divertimento, un desvío en el camino sin importancia, ha acabado siendo una de las mejores series de la novela negra reciente, y toda una carrera paralela. El secreto de Christine, la primera novela de Benjamin Black, el alter ego de un John Banville que por entonces ya pasaba de los 60 años, se convirtió en el inicio de un idilio con los lectores, y con una doble vida para uno de los escritores más reconocidos de las últimas décadas en lengua inglesa. El Premio Príncipe de Asturias de las letras de 2014 presenta ahora Los ahogados, la décima novela de su serie protagonizada por Quirke y Stratford, una ocasión para hablar con el autor irlandés sobre de dónde vienen las ideas, y los libros que le permiten soñar durante todo el día.
Video: entrevista y libros recomendados de Benjamin Black (John Banville)

John Banville no se imaginaba ni por asomo que lo que surgió en 2006 como un juego le llegaría casi dos décadas después a estar hablando en un hotel madrileño de su alter ego, Benjamin Black. “Esperaba escribir un solo libro como este. Era algo así como una aventura, un juego mental. Y pensaba que, una vez que lo acabase, eso sería todo”, cuenta. Por entonces, ya había ganado el premio Booker por El mar, una de sus obras mayores. “Pero me empezaría a interesar estos personajes. Y aquí estoy, diez libros después”, resume.

Escribir desde los sueños
Los ahogados es, en efecto, la última entrega de los casos de Quirke, el patólogo forense que resuelve asesinatos en la Irlanda de 1950, y del inspector Stratford, personaje que ha ido ganando protagonismo con el tiempo. Una relación, la de ambos personajes, tirante y llena de suspicacias, pero que Banville es reacio a analizar. “Trabajo en la oscuridad. No sé lo que estoy haciendo. Lo hago en el mismo estado de una persona que duerme y sueña. Sueño estos libros hasta hacerlos existir”, explica. “Nunca sé qué es lo que va a suceder. En uno de los libros, estaba a dos páginas de acabarlo y todavía no sabía quién había sido el asesino. Y tampoco importaba mucho. La ficción es una forma controlada de soñar”.
En la obra de Banville, aunque no lo parezca, reconoce la influencia de lo onírico. “Me horrorizaría no recordar mis sueños. Me encantan. Cuando estás dormido y sueñas, todo es pura imaginación”, cuenta. “No hay control. No hay nadie diciéndote que tienes que conducir por el lado izquierdo de la carretera, que no tienes que matar a nadie, que no debes enamorarte de esa mujer. En tus sueños puedes hacer de todo. Cuando estoy despierto, soy muy afortunado de pasar mi vida permitiendo que mi imaginación también juegue. Ojalá pudiera decir que tengo un programa en la vida. Que quiero hablar sobre el abuso infantil en Irlanda en los años 50, o sobre la Iglesia Católica. Pero no tengo interés en nada de eso. Eso es solo material. Lo que quiero hacer es crear un libro. Y los escritores que hablan de su misión en la vida, todos mienten. Un escritor de verdad, un artista de verdad, no se preocupa por nada excepto por la obra de arte, por crear algo”.
Como escritor, encuentro a las mujeres infinitamente más interesantes que a los hombres.
Los ahogados es, por supuesto, una novela con un crimen, pero sobre todo es otra oportunidad para que Banville/Black despliegue a sus personajes. No solo Quirke y Stratford, sino otros, muchos de los más memorables femeninos. “En mi vida como escritor, encuentro a las mujeres infinitamente más interesantes que a los hombres”, admite. “No hay nada más aburrido que los hombres, pero las mujeres siempre son una sorpresa. Las mujeres son graciosas, tienen sentido del ridículo, son mucho más conscientes de su físico que nosotros. Tienen mucho más cosas ocurriendo en sus cuerpos que nosotros, así que están mucho más cerca de la tierra, pero también mucho más cerca de la imaginación. No creo haber conocido nunca a una mujer de la que no me haya enamorado. Por supuesto, esto no es políticamente correcto decirlo hoy en día, pero así es como me siento. Supongo que encuentro a mis personajes femeninos más interesantes que a los hombres, pero nunca lo había pensado antes”.
Tengo una reputación mucho mayor aquí que en Irlanda, lo cual es un poco irónico.
Cerca ya de los 80, Banville no parece dispuesto a aminorar su producción, ni tampoco a matar ya a Quirke y Stratford, como alguna vez insinuó. “Cuando dije eso, pensé que no viviría tanto. Pensé que ya habría perdido mis facultades, pero sigo tan lúcido como siempre”, celebra. “Todavía puedo escribir una frase, así que tengo una novela que saldrá más adelante este año llamada Venetian Vesper. Está ambientada en Venecia en 1900, y estoy escribiendo otra novela”. Algo que celebran sus lectores españoles, muy numerosos. “De alguna manera, los lectores españoles parecen encontrar algo en mis libros que el mundo angloparlante no encuentra. Tengo una reputación mucho mayor aquí que en Irlanda, lo cual es un poco irónico. Una noche, uno de mis libros fue preseleccionado para el Premio Booker, que era un gran premio en aquellos días, y mi esposa dijo:’"¿Qué? Debe haber algún error’. Ese es el tipo de esposa que necesitas”, bromea.
Benjamin Black (John Banville) recomienda libros para soñar durante todo el día

El primer libro que elegiría es el Catecismo de la Iglesia Católica, que nos fue impuesto cuando teníamos siete años, y nos hablaban de la simonía y la diferencia entre la lujuria y la concupiscencia. Estas son cosas que un niño de siete años necesita saber. Esto ha tenido una gran influencia en mí. Una influencia mala, maligna, pero fue influyente.

Cuando tenía 12 años, mi hermana me regaló "Dublineses" de James Joyce. Descubrí que la ficción, que el arte, podía tratar sobre la vida tal como yo la conocía, no solo sobre, no era una historia del Lejano Oeste o una historia de detectives. Esto era sobre la vida misma. Fue entonces cuando empecé a ser escritor.

En cuanto a libros que son pura belleza, "Lolita" de Nabokov, que probablemente no se publicaría ahora. Sería cancelado antes de pasar la lectura del editor. Un libro muy hermoso. Un libro peligroso, pero frase por frase, es exquisito.
![La torre [Edición bilingüe]](https://images.librotea.com/uploads/media/2025/01/30/la-torre-edicion-bilingue.jpeg)
Y también tendría que elegir "La Torre" de W.B. Yeats, creo que fue probablemente en 1928, que es el mayor volumen de poesía jamás publicado. Hay unos 30 poemas en él. Todos son obras maestras. Y no podría vivir sin ese libro.